sábado, 21 de noviembre de 2009

Mi aventura de ser docente.

Estimada tutora.
Compañeros (as) de grupo.
Me es grato compartir con ustedes lo siguiente.
Después de leer la lectura de José Estevéz, coincido en el aspecto de que la docencia es ambivalente las amas o la detestas en ocasiones, en nuestro caso siempre ha existido la firme convicción por servir, para trasceder y me considero un buen docente.
Siempre hemos estado en la mejor disponibiliadad de actualizarnos, por que como dice el autor nadie nace siendo maestro independientemente de que egreses de una carrera de maestro.
Es la convivencia y el trabajo diario que te van dando esa sabiduría y la práctica, todavia tengo grabado los rostros de los chicos la primera vez que entre al aula sin lugar a dudas fue impactante estar ente ellos y decirles soy su profesor les voy a impartir la clase, en mi caso no me alcanzaba las horas de la tarde para preparar las clases para el día siguiente, repasar una y otra vez el mismo contenido, buscar información para que alcanzara cubrir los 50 minutos de clases, repasar y ajustar el tiempo, salir del salón y sentirme satisfecho por lograr cubrir el contenido con el tiempo estimado.
Hoy después e 10 largos años de trabajo como docente, me siento realizado, profesionalmente en mi labor educativa pués en ellos como comentaba Amado Nervo he puesto, miel y hieles sabrosas.
Hoy todos los esfuerzos que he realizado no han sido en vano, me siento satisfecho y realizado cuando saludo amis alumnos y con alegria me dicen que ya egresaron de una carrera profesional y que ya están trabajando, otra satisfacción es escucharlos decir que lo que les enseñe le está siendo de utilidad en su carrera, recibir también las graicas de sus padres es hermoso, esa es la verdadera finalidad de la educación; como citara Pablo Freire el fin de la educación es forma a personas felices.
Saludos.

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